El 1 de noviembre de 1998, la vida de José Luis Trinidad Carrero, como la de muchos habitantes del Mitú, se hizo pedazos. «Se escuchaba desde la casa, en todos lados, los silbidos de las balas. Eso fue muy duro», dijo el indígena de la etnia Wanano.
Ese día, más de 1000 hombres de las Farc se tomaron la población. Asesinaron 44 policías y secuestraron a otros 61. El caos lo alejó de su mamá. Su familia fue desplazada y se perdió selva adentro. “Cogimos cada uno por nuestro lado”. José Luis por su parte, se las ingenió para subir a un avión y viajar hasta Bogotá. Y una vez en la capital, tomó un bus hasta Villavicencio. «No tenía donde ir, no tenía familia, no tenía conocidos. Me tocó rebuscar trabajo por todo lado», relató Trinidad.
Sin familia, decidió irse para cumplir su sueño. «Cuando yo era pequeñito, mi sueño era ser policía».
Después de algunos meses, el adolescente de 14 años pidió asilo en un internado. Terminó por su cuenta el bachillerato, se presentó a la Escuela de Policía Eduardo Cuevas de Villavicencio y se ofreció para prestar el «servicio militar» obligatorio y lucir el verde aceituna como policía bachiller.
El sargento Téllez lo recibió y en vista de que faltaba un mes para el ingreso de los nuevos auxiliares, le ofreció estadía y comida en el lugar cercano. Cumplió con el servicio obligatorio y apoyado por el Sargento, realizó cuanto trabajo encontró.
Acumuló ahorros, pidió dinero a prestamistas, se endeudó. Se volvió a presentar a la escuela y tras unos años de arduo sacrificio, se convirtió en el Patrullero de la Policía Nacional, José Trinidad. Entonces hizo una petición poco habitual en la Institución. Ser destinado a trabajar al Vaupés. El Subcomandante de la Policía de Vaupés, teniente coronel Luis Eduardo León, narró que el Patrullero hizo la solicitud porque tenía algo muy importante que hacer.
«Mis compañeros me decían ‘para que fue a pedir traslado para allá, eso es un hueco’. Sin embargo, yo siempre decía que algún día tenía que encontrarme con mi mamá».
El niño indígena que creció a orillas del río Vaupés, regreso a casa como policía y empezó una búsqueda exhaustiva a lo largo del departamento. Sin embargo, para su misión sólo contaba con una pista: el nombre que recordaba de su madre, Ana Carrero.
Con el apoyo de la Policía, el patrullero José Trinidad recorrió durante meses las comunidades indígenas de la región. Un “paisanito” de San Gabriel, Brasil, le dijo en dónde estaba su madre. Sin dudarlo, la Policía le ayudó con la gasolina y mandó el combustible con un hombre de la región para que su madre viajara en un pequeño bote desde Brasil hasta Mitú.
Mercedes Carrero, su madre, siempre se preguntó dónde estaría su hijo. No obstante, por miedo a las Farc, la mujer se refugió en lo profundo de la selva. Finalmente, esos largos años de ausencia terminaron en lágrimas y en un largo y fuerte abrazo de felicidad, ya que por fin, después de 14 años se pudieron reencontrar. Así fue la historia de un niño indígena que logró cosechar amor donde las Farc había sembrado dolor.
El video hacer referencia a una memoria individual e institucional.
Son historias de vida duras pero que no podemos desconocer.
Por más dura que sea la vida, nunca debemos perder nuestros sueños y metas.
Trabajando duro, con constancia y perseverancia, podemos alcanzar nuestros sueño, sin desconocer de donde venimos y para donde vamos.
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Excelente historia para Memoria Historica!!
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son muchos recuerdos de personas
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Muy buena historia de nuestro compañero, que a pesar de esas situaciones difíciles y estar lejos de sus seres queridos vuelve a encontrar a sus seres queridos que por muchos años estuvo lejos sin importar los esfuerzos y peligros.
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Orgullo de mi Institución, hermosa historia y digna de admirar.
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El amor es el sentimiento mas hermoso y poderoso que puede existir en el mundo y sabemos su verdadero significado al interior de los mas preciado en la vida, nuestros padres, es una historia de vida realmente conmovedora y la Policía Nacional hizo parte de este hermoso reencuentro somo Policía Nacional Dios y patria nuestro segundo hogar.
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Muy buena historia, aunque se origino en la tragedia y el caos que se vivía en el país para ese entonces, finalmente el resultado supera las expectativas.
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Ser Policía es una Virtud que nace con cada ser humano que quiere pertenecer a esta institución, es como si Dios le tocara el pensamiento y le diera a uno ese granito de arena para tener vocación y pertenecer a esta institución, donde los esfuerzos de cada uno de sus hombres y mujeres con inimaginables y hasta sobrepasan los limites de la realidad cuando nos convertimos en héroes.
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una historia de amor y superacion personal
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Excelente vídeo que representa la historia de muchos hombres y mujeres de la Policía Nacional, que entregan sus vidas, su tiempo, su familia, por trabajar por la convivencia y seguridad ciudadana.
Es importante continuar incentivando los espacios de diálogo constructivo con diferentes sectores de nuestra sociedad, es un aspecto fundamental para optimizar los procesos, estrategias e iniciativas de memoria histórica desde la Policía Nacional, de esta manera construimos diariamente para mejorar las condiciones de convivencia y seguridad ciudadana, así como consolidar la confianza social de todos los colombianos.
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una realidad muy dura pero que nos deja una enseñanza y un ejemplo de vida para que eso no se vuelva a repetir jamas
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son experiencias que cada funcionario tiene en su trasegar institucional, por ende se debe tener memoria histórica tanto para lo bueno como para lo malo, es por ende la gran importancia que tiene la memoria histórica en la Policía Nacional, puesto que nuestros compañeros también hacen parte del conflicto armado en Colombia
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una historia conmovedora, en la cual se puede observar como el conflicto afectó la vida del joven José Luis Trinidad y su familia
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esta experiencias enriquecen el amor por la institución, ayuda a los funcionarios a obtener una mirada positiva de la institución la cual ayuda a mejorar, a superarnos como persona y a cumplir con nuestros sueños.
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Es una historia que se vive a diario en nuestro país de cual debemos aprender para que no se sigan presentado.
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La narración de esta historia es muy conmovedora y de admiración toda vez que nunca dejo de luchar para lograr su deseo y su amor por su familia.
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muy linda historia de amor y perseverancia.
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Esta es una hermosa historia con un final feliz, ojala que todas las historias terminaran asi, pero lastimosamente la gran mayoria no terminan asi, es por eso que debemos luchar para no cometer los mismos errores.
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Excelente historia, nos retroalimenta el verdadero valor de la vocación policial, el sentido de realizar nuestro trabajo con compromiso y entrega «los buenos somos más», este compañero es digno de respeto y admiración para las nuevas generaciones de nuestra institución.
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Teniendo en cuenta que se trata de un relato de las vivencias propias del patrullero José Trinidad, reconstruidas a partir de sus emociones y creencias y que por estar enmarcadas dentro del conflicto armado interno, aportan a la memoria histórica Nacional, toda vez que se evidencia el papel de víctimas de un personal uniformado de la institución en donde se ven inmersas sus familiares.
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